El fraude con cheques es uno de los mayores problemas de fraude en los pagos en el mundo en estos momentos.
Los cheques siguen siendo una de las formas de pago más populares, con un 81% de empresas B2B que siguen utilizando principalmente cheques para realizar transacciones a pesar de los problemas de fraude con cheques. ¿Por qué?
Los cheques siguen siendo un método de pago fiable que casi todas las empresas aceptan. En la mayoría de las grandes empresas, la emisión y aceptación de cheques, junto con los procesos de cuentas por pagar y cuentas por cobrar, se basan en el envío y procesamiento de cheques.
En 2021, la FTC informó de que se emitieron 11.200 millones de cheques. ¿Es menor que en años anteriores? Sí. Pero el volumen sigue siendo grande, y mientras los cheques sigan siendo moneda de curso legal, seguirán utilizándose.
Con nuevos métodos de pago como las TEF y otras aplicaciones FinTech ganando popularidad, se podría pensar que los pagos con cheques estarían en la parte inferior del tótem del tipo de pagos que atraen a los defraudadores. Pero lo cierto es que los cheques no requieren los conocimientos técnicos necesarios para defraudar o alterar los pagos electrónicos.
Pero, ¿qué es el fraude con cheques? Con lo mucho que ha aumentado el fraude con cheques en los últimos años, es importante conocer todas las técnicas que utilizan los delincuentes para defraudar cheques. Ya se trate de empleados internos que quieren robar en su propia empresa, de pequeños estafadores que roban cheques de los buzones o de magos de la fotografía que crean sus propios cheques con aplicaciones digitales, el fraude con cheques es muy real.
Cuando la mayoría de la gente piensa en fraude con cheques, le viene a la cabeza la película de 2004 Atrápame si puedes , protagonizada por Leonardo DiCaprio en el papel de Frank Abagnale, Jr, el más infame de los estafadores con cheques convertido en asesor del FBI en materia de fraude.
En su pasado delictivo, Abagnale alteró cheques del PANAM raspando y alterando información sobre cuentas bancarias y beneficiarios. Desde entonces, el fraude con cheques se ha vuelto más sofisticado. He aquí algunas de las técnicas, tanto recientes como de la vieja escuela.
La falsificación consiste en firmar fraudulentamente el nombre de otra persona en un cheque sin autorización. Puede tratarse desde la firma de un cheque en blanco robado hasta el endoso ilícito de un cheque a nombre de otra persona. Las falsificaciones son rápidas, ya que los defraudadores intentan a menudo cobrar o depositar los cheques falsos antes de que sea posible detectarlos.
Los cheques falsos son duplicados de precisión de cheques legítimos. Los avances en impresoras y escáneres de alta calidad permiten a los delincuentes crear réplicas casi idénticas de documentos auténticos. Estos cheques falsos utilizan a menudo información bancaria robada o están diseñados para aparecer como cheques de nómina o de empresa, engañando tanto a particulares como a instituciones financieras.
El "check kiting" es un tipo de fraude que aprovecha el tiempo de procesamiento entre dos o más cuentas bancarias. Los estafadores emiten intencionadamente cheques de una cuenta con fondos insuficientes, los ingresan en otra cuenta y retiran el efectivo antes de que el banco inicial reconozca el déficit.
El "check cooking" es una técnica más reciente en la que los delincuentes roban cheques, los fotografían y los alteran digitalmente utilizando aplicaciones de diseño como Photoshop. Esta técnica es muy parecida al lavado de cheques, salvo que los delincuentes no tienen que alterar el cheque físicamente.
El lavado de cheques se está convirtiendo rápidamente en uno de los problemas más acuciantes del fraude con cheques en la actualidad. Combina elementos de alteración y falsificación, pero con un giro único.
El lavado de cheques consiste en eliminar o "lavar" la tinta o el tóner de un cheque legítimo para alterar detalles clave. Utilizando productos químicos domésticos u otras sustancias, los delincuentes eliminan campos como el beneficiario y el importe, pero mantienen intacto el cheque original. Esto ofrece la posibilidad de volver a emitir el cheque por un importe mayor o de desviar el pago por completo.
El lavado de cheques se ha convertido en una de las tendencias de más rápido crecimiento en el fraude con cheques. El año pasado, el Better Business Bureau declaró que el lavado de cheques es un problema que mueve 815 millones de dólares al año.
USPS también emitió muchas declaraciones advirtiendo de la creciente preocupación por los robos de correo que dieron lugar a esquemas de lavado de cheques después de que los delincuentes robaran cheques de sus buzones azules.
El Grupo TROY ha desarrollado una tecnología patentada conocida como MICR Toner Secure, que se erige como la medida más fiable del sector para combatir el lavado de cheques. A diferencia del tóner MICR estándar, el tóner MICR Secure de TROY incorpora un agente de seguridad antifraude en cada cheque impreso.
Cuando alguien intenta eliminar o alterar químicamente la información impresa en un documento protegido por TROY, el tóner reacciona manchándose de rojo. Las manchas rojas sirven como prueba inequívoca de fraude, que al instante arruinan y anulan el cheque, a la vez que hacen saber a los defraudadores que han sido detenidos.
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El fraude con cheques, incluido el lavado de cheques, supone un grave riesgo tanto para particulares como para organizaciones. Sin embargo, soluciones como TROYMICR Toner Secure ponen la seguridad en sus manos. Adoptando medidas proactivas y empleando tecnologías seguras, puede prevenir el fraude antes de que se produzca, ahorrando tiempo, dinero y tranquilidad.
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