En las profundas aguas azules del mundo empresarial, acechan peligros ocultos justo bajo la superficie. Las empresas del Fortune 500 navegan cada día por estas aguas traicioneras, tomando decisiones estratégicas para mantenerse a flote y prosperar. Pero al igual que en el reino submarino, estos gigantes también deben ser conscientes de las amenazas invisibles que pueden hundir sus negocios. Una de esas amenazas, paralela a los peligros ocultos de los tiburones, es el uso de acciones en cheque sin garantía en las grandes empresas.
Aunque los tiburones llevan mucho tiempo infundiendo miedo en los corazones de los seres humanos, su verdadero peligro suele esconderse bajo la superficie del agua. Del mismo modo, los cheques no seguros suponen una amenaza insidiosa para las grandes empresas. La dependencia de los cheques en papel es enorme en el mundo empresarial, lo que hace que esta vulnerabilidad sea aún más peligrosa. Al igual que los tiburones, los cheques no seguros pueden atacar rápidamente el bienestar financiero de una empresa, provocando pérdidas sustanciales, pérdida de reputación y disminución de la confianza de los clientes.
La integración de las transacciones ACH sin papel entre grandes empresas es un proceso lento. De hecho, el 42% de las facturas B2B se pagan mediante cheques en papel. Puede parecer que estas empresas están atrasadas, pero no es una estadística difícil de creer. Si una empresa hace negocios con otra que se siente más cómoda emitiendo cheques en papel, el departamento de contabilidad de la otra empresa tiene que ser complaciente: así de sencillo. Aceptar cheques no está fuera del alcance de los procesos de una empresa Fortune 500, ni debería estarlo.
Aunque los cheques en papel siguen siendo el método preferido para emitir pagos entre empresas, todavía existen riesgos asociados a estas transacciones. Al igual que los tiburones que acechan en el océano, los defraudadores existen interna y externamente y están listos para aprovecharse de las existencias de cheques no garantizados de una empresa de diversas maneras:
Las empresas de la lista Fortune 500 deberían asociarse con empresas de impresión de cheques de confianza, como el Grupo TROY, especializadas en la seguridad de los cheques. TROY integra funciones de seguridad avanzadas en sus impresoras, como tinta MICR, marcas de agua e indicadores químicos de manipulación, así como accesorios que protegen directamente los cheques de robos o manipulaciones, como:
Además de implantar los productos y servicios del Grupo TROY, las empresas deben establecer controles internos y realizar auditorías exhaustivas para detectar cualquier indicio de actividad fraudulenta. Los controles rutinarios del inventario de existencias de cheques, junto con procesos exhaustivos de conciliación, pueden mitigar los riesgos de forma significativa. El factor humano suele aprovecharse en las tramas de fraude. Las empresas deben promover la concienciación mediante programas exhaustivos de formación de los empleados. Los empleados deben ser instruidos sobre los riesgos asociados a las existencias de cheques no protegidas y estar atentos a las posibles amenazas.
Puede que estas medidas no le protejan de los tiburones reales, pero sí del peligro real. Al igual que los instintos de supervivencia que se ponen en marcha durante la Semana del Tiburón, las grandes empresas deben ser proactivas a la hora de protegerse contra el fraude. Al reconocer los riesgos asociados a las acciones de cheques no garantizados y la aplicación de salvaguardias sólidas, las empresas Fortune 500 pueden salvaguardar su bienestar financiero. Naveguemos juntos por estas aguas traicioneras, desenmascarando al tiburón en la sombra y garantizando la prosperidad continuada de las empresas en el océano corporativo.