No es un secreto, pero puede pasarse por alto: El envase lo es todo.
Cuando compramos en el supermercado, el envase en el que nuestras marcas favoritas envuelven o colocan sus productos influye mucho en lo que decidimos comprar. Lo que se convierte en una marca con la que nos identificamos y lo que seguimos comprando cada vez que tenemos que abastecernos puede tener su origen en los logotipos o la información impresa en un envase.
Pero, ¿se fijan los consumidores en algo más que en las palabras, caracteres o logotipos que ven al recorrer el pasillo? Probablemente no. Sin embargo, las plantas de envasado de alimentos sí lo hacen.
Aunque los consumidores no piensen en las tintas que se imprimen en un envase, desempeñan un papel importante en la seguridad de los alimentos que compran. No se trata solo de los envases, sino del marcado y la codificación de las fechas de caducidad y los códigos de barras que descansan muy cerca de los alimentos.
Las tintas utilizadas en el envasado de alimentos deben elegirse cuidadosamente para evitar cualquier riesgo de contaminación que pueda comprometer la seguridad alimentaria. Las tintas pueden migrar a través de los materiales de envasado y entrar en contacto con los alimentos, por lo que es crucial utilizar fórmulas que no sean tóxicas y sean estables. Las tintas seguras ayudan a mantener la integridad de los alimentos, garantizando que los consumidores reciban productos que cumplen normas estrictas de seguridad y calidad.
La elección de la tinta no sólo garantiza el cumplimiento de las normas de seguridad, sino que también desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad de la marca y la información del producto. Desde los envases flexibles hasta los sustratos expuestos a la humedad, los criterios de selección de la tinta son diversos y exigen un conocimiento exhaustivo.
Organismos reguladores como la FDA en Estados Unidos y la Unión Europea han establecido directrices exhaustivas para garantizar el uso seguro de las tintas en el envasado de alimentos. Estas normativas describen los componentes de tinta permitidos, los límites de migración y otros criterios de seguridad que deben cumplirse para proteger la salud pública.
Cuanto más tiempo permanezcan estos componentes junto a los alimentos, mayor será la probabilidad de que migren y puedan contaminarlos.
La migración se refiere al movimiento de sustancias desde el envase al propio producto alimentario. Estas sustancias pueden proceder de diversas fuentes, como tintas, adhesivos, barnices o incluso el material de envasado.
Hay varios factores que pueden influir en la rapidez y la magnitud de la migración. Entre ellos, el tipo de alimento que se envasa, la temperatura a la que se almacena y la naturaleza de los materiales de envasado. Cada uno de estos elementos puede afectar al proceso de migración de forma diferente, por lo que es esencial tenerlos en cuenta a la hora de diseñar y elegir el envase.
El Grupo TROY se ha consolidado como líder en el suministro de tintas que cumplen y superan estas estrictas normas de seguridad. Nuestras tintas se formulan con el máximo cuidado, garantizando que no contienen sustancias nocivas y que cumplen las normativas de la FDA y la UE. Nuestras tintas están diseñadas para ofrecer un rendimiento superior sin comprometer la seguridad. Se someten a rigurosas pruebas de límites de migración, lo que garantiza que permanezcan estables y no reactivas en diversas condiciones ambientales. Esto las hace ideales para mantener la calidad y seguridad de los alimentos envasados durante toda su vida útil.
El Grupo TROY ofrece opciones específicamente diseñadas para estas aplicaciones: Tintas de curado UV/LED de baja migración, formuladas para minimizar el riesgo de contaminación. Tintas LUNAJET de base agua, que son ecológicas y seguras para aplicaciones de envasado de alimentos.
El papel de las tintas en el envasado de alimentos es crucial para salvaguardar la salud de los consumidores y garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad. Las soluciones de tinta del Grupo TROY no solo cumplen estos requisitos, sino que los superan, por lo que constituyen una opción fiable para los fabricantes dedicados a la producción de productos alimentarios seguros y de alta calidad.