Para las pequeñas y medianas empresas, el efectivo es el rey. Las reservas de efectivo son herramientas fundamentales para mantener las luces encendidas porque su empresa depende de ellas para hacer frente a sus obligaciones en materia de nóminas y cuentas por pagar.Hoy en día, la PYME media reserva aproximadamente 12.100 dólares para hacer frente a sus obligaciones financieras y la mayor parte de este efectivo procede de las transacciones diarias facilitadas por la cámara de compensación automatizada (ACH), la transferencia electrónica de fondos (EFT), los cheques electrónicos y/o las transferencias bancarias.
Antes de analizar cuál es la más adecuada para su empresa, es necesario comprender los procesos asociados a cada opción de transferencia. EFT se refiere al proceso de transferir fondos de forma electrónica o digital y, por lo general, se realiza sin utilizar cheques físicos. La ACH, las transferencias electrónicas y los cheques electrónicos son soluciones utilizadas en la ejecución de la TEF.
Costes de procesamiento - La ACH se facilita a través de cámaras de compensación y se realiza con costes de transferencia mínimos o nulos. Las transferencias electrónicas se procesan en función de los detalles de la transferencia, como la ubicación del beneficiario y del ordenante, el importe transferido y la velocidad de la transferencia. Las transferencias electrónicas suelen ser más caras que las ACH. Los cheques electrónicos o cheques digitales son copias digitalizadas de cheques físicos utilizados para pagos. Los cheques electrónicos pueden procesarse como transferencias ACH o electrónicas.
Duración/velocidad de pago - Para determinados sectores, la capacidad de facilitar transacciones en tiempo real para garantizar pagos rápidos es crucial para el éxito de sus operaciones. Por lo tanto, tanto el pagador como el beneficiario necesitan transferencias en el mismo día que se produzcan en cuestión de minutos. Su empresa puede aprovechar tanto las transferencias ACH como las transferencias electrónicas para facilitar los pagos en función de sus necesidades específicas. Para los pagos locales en el mismo día, se pueden utilizar ambas soluciones, pero para las transacciones internacionales, las transferencias electrónicas proporcionan un medio mucho más rápido para realizar y recibir pagos. Los pagos por ACH suelen completarse en unas pocas horas o días laborables porque pasan por una cámara de compensación, mientras que las transferencias bancarias se realizan en cuestión de minutos.
Dualidad de uso - ACH está diseñado para apoyar tanto al pagador como al beneficiario. Es una transacción bidireccional que permite a un proveedor solicitar un pago o iniciar una transferencia en nombre de su organización. En el caso de las transferencias electrónicas, las transacciones las inicia el remitente y el receptor no puede solicitar el pago ni iniciarlas.
Seguridad de las transacciones - La ACH y las transferencias bancarias son medios generalmente seguros para pagar bienes o servicios, pero cuentan con características de seguridad adicionales. Por lo general, las transacciones ACH pueden retirarse después de haber sido enviadas. Sin embargo, existe un plazo o duración durante el cual puede producirse una retirada. Este plazo es de 5 días. En teoría, las transferencias electrónicas pueden anularse, pero la anulación debe producirse antes de que el pago se haya compensado o los fondos se hayan entregado en la cuenta del destinatario. Una vez compensadas, las transferencias no pueden anularse. En caso de fraude o de pago excesivo de una factura, tanto el banco receptor como el remitente pueden intentar la anulación, pero si el dinero ya ha sido retirado, la anulación fracasará.
La respuesta a la pregunta es que depende de cuáles sean las transacciones de su empresa. En situaciones en las que las transacciones se repiten, el destinatario es conocido y las consideraciones de seguridad son insignificantes, las transferencias bancarias se convierten en la mejor opción. Las transacciones que entran en esta categoría son las nóminas y las pequeñas compras recurrentes.
También puede optar por utilizar transferencias electrónicas para las transacciones recurrentes de cuentas a pagar a proveedores de bienes y servicios críticos. Sin embargo, deben establecerse amplios procesos de comprobación y equilibrio o de conciliación de cuentas para eliminar errores. Esto se debe a las dificultades asociadas a la retirada de pagos una vez aprobados.
A pesar de la reputación de la ACH como una forma lenta pero eficaz de realizar pagos, la adopción de nuevas soluciones y métodos tecnológicos ha acelerado la duración de sus transferencias. Estas soluciones incluyen el uso de cámaras de compensación localizadas y socios en diversas naciones para acelerar las transacciones y apoyar las transferencias ACH en el mismo día. También permite a su empresa realizar pagos de mayor cuantía, de hasta 1 millón de dólares por transacción, a sus vendedores o proveedores. Los asequibles costes de transacción de ACH también garantizan que su empresa no pague comisiones exorbitantes al realizar los pagos.
En este punto, es importante señalar que ambas soluciones de transferencia siguen mejorando gracias a la aplicación de la tecnología. De ahí que se estén resolviendo problemas relativos como la lentitud de la ACH y las dificultades para recuperar las transferencias electrónicas. Soluciones como TROY FlexPay
proporcionan a su empresa las herramientas necesarias para conciliar las transacciones de cuentas a pagar, examinar las facturas y aprovechar las funciones de automatización y autenticación de usuarios para reducir los errores.
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